¿Revocar a Maduro o al modelo político?

Revocar el mandato del presidente Maduro no cambia el modelo político, las instituciones o la Constitución. Pero eso es lo que pretenden los promotores del revocatorio. También es verdad que el modelo actual está en construcción, y rompe los paradigmas, con virtudes políticas y defectos económicos. En el libro clásico de Duverger, Instituciones políticas y Derecho Constitucional, describe el modelo democrático como liberal, y los regímenes autoritarios como capitalistas o dictaduras socialistas.

Aclara: «Cuando una democracia capitalista intentó avanzar hacia el socialismo sin abandonar la democracia, los servicios americanos ayudaron a sus militares fascistas a ahogar en sangre la experiencia (Santiago de Chile, 1973)». Mas que concluir, deja abierta la clasificación: «El cuarto tipo -las democracias socialistas- no funciona todavía, lo que no prueba que pueda funcionar algún día. En el mundo hay muchos hombres y mujeres que esperan ese día». Chávez era uno de ellos. Le dice a Ramonet (en Mi Primera Vida. Conversaciones) que leyó ese libro durante sus estudios de maestría en la USB, cuando era mayor del ejército y estudiaba las transiciones: «Ese fue el libro central que tomé como referencia». Ahora está claro que para llegar al socialismo por la democracia (cambio político y constitucional) se necesita de la Fuerza Armada Nacional en un rol que va más allá de la neutralidad o el apoliticismo, como un cuarto poder.

Los cambios hacia la sustitución del rentismo pasan por su diversificación

La definición de democracia por Duverger cobra importancia en este momento: «El modelo democrático comprende tres elementos esenciales: la designación de los gobernantes mediante elecciones por sufragio universal, la existencia de un parlamento con grandes poderes, y una jerarquía de normas jurídicas destinada a asegurar el control de las autoridades públicas por jueces independientes». Es el papel que ha venido desempeñando el Tribunal Supremo para limitar el poder de la Asamblea sobre el ejecutivo. ¿Y quién controla a los servicios americanos en su incitación al golpe? Los militares venezolanos, bolivarianos, antiimperialistas, socialistas, y chavistas.

Huntington fue un académico de la elite de poder americana, en su libro El Orden Político en las Sociedades en Cambio, clasificaba los sistemas en civiles y pretorianos: «En los sistemas políticos con bajos sistemas de participación, las fuerzas sociales utilizando métodos propios, actúan directamente en la esfera política… se les llama con justicia pretorianos. A la inversa, los sistemas políticos que gozan de alto grado de institucionalización con respecto a la participación, pueden denominarse cívicos». En contradicción a sus postulados, en Venezuela hoy estamos en presencia de una democracia socialista y militar.

De los tres componentes el principal es el democrático. Es un sistema adolescente, de 16 años (apenas una generación) que construye su identidad sobre la marcha. El modelo adeco-copeyano duró 40 años (menos que su antagonista, la revolución cubana), y el anterior modelo, con y sin andinos, más de 100. No se cambia un modelo político fácilmente con unas firmas y revocando un presidente -quedaría el vice-, porque todo modelo de Estado resiste a los cambios en el gobierno. Chávez construyó un nuevo Estado, que emana de una constitución democrática.

En el camino se crearon las Misiones como nuevos aparatos ideológicos del Estado. Los poderes públicos son sus guardianes. Viene una cadena de elecciones: de gobernaciones, alcaldes, consejos legislativos, y finalmente presidenciales: una por año. Dada la situación que atravesamos lo sensato sería agrupar algunas de ellas. Dijimos que el modelo de democracia socialista y militar tiene como principal característica la democracia, y esta no sólo es eleccionaria sino también participativa y protagónica: de ahí el Congreso de la Patria. El socialismo debería ser productivo o no es socialismo. Agregar a la crisis económica y ecológica, una crisis de Estado es irresponsable.

Seamos realistas: los cambios hacia la sustitución del rentismo pasan por su diversificación, toma su tiempo la siembra del petróleo.

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